"La iglesia católica americana sin el trabajo voluntario de las mujeres se desploma"
- Javier Gatti
- 16 abr 2023
- 15 Min. de lectura

Hace casi un mes se cumplían 10 años en que “el Papa del fin del mundo” llegaba al Vaticano, en medio de otra crisis global del capitalismo y de la iglesia como reparadora de injusticias y promotora de otras (abusos sexuales, delitos económicos y financieros con fondos eclesiales, intolerancia religiosa seguida de muertes). Recurrimos a Silvia Lilian Ferro, Doctora en Ciencias Sociales, historiadora, profesora de la Universidad Federal de la Integración Latinoamericana (UNILA) y feminista crítica desde una pertenencia católica, para evaluar el papado de Francisco desde ésta perspectiva; más allá merecidos homenajes y documentales con jóvenes ovejas que preguntan. El Papa como último dique de contención contra el neoliberalismo, lo que la política no tiene y a las religiones les sobra, la existencia de “lo particular femenino”, el gradualismo progre y le teoría del rebaño asexuado, todo junto, nada mezclado.
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Q&P / El catolicismo como una de las expresiones cristianas, tiene al igual que el peronismo una gran amplitud ideológica, más allá de los dogmas de fe y de los textos sagrados. También de práctica política, pienso en la doctrina social, cristianismo y revolución, cuando los desarrollos existentes en el feminismo no tenían presencia alguna pese a lo desafiante de las posturas…
LF / Antes que nada diría que a éste fenómeno lo veo más como cientista social, pese a haber sido criada en esas ideas y prácticas. Y que mi posición crítica se sitúa en una teología católica feminista, porque también existe una teología feminista que abarca incluso al mundo islámico, hay una fuertísima teología feminista judaica. La teología feminista existe en las tres grandes religiones monoteístas y a veces pareciera que el catolicismo es donde hay un desarrollo menor de éstas expresiones, sin embargo es exactamente lo contrario, incluso muy antiguo, muchas de las santas más conocidas elaboraron lo que hoy -haciendo una hermenéutica que recupere el contexto desde donde hablaban- podríamos considerar las bases de una teología feminista.
Yo sigo a algunas religiosas que me impactaron mucho como la catalana Teresa Forcades o la brasileña Ivone Gevara y otras argentinas muy importantes, también hay referencias muy potentes en el mundo protestante. Trato de combinar la cuestión personal de la fe con una mirada más comprensiva de los contextos sociopolíticos en los que se desenvuelven tanto el Papa como los teólogos referidos, teniendo en cuenta de que siempre afectamos menos a nuestros contextos que lo que nuestros contextos nos moldean. Cualquier juicio debe tener en cuenta esto, porque es en ése marco que Francisco establece una relación con la crítica teológica feminista que conoce muy bien. Hay organizaciones y teólogas que individualmente se comunican con él a través de distintos medios, para reclamarle el sacerdocio femenino por ejemplo. Y la estrategia del Papa es evitativa, el no termina de digerir el asunto. Suele parecer progresista y de vanguardia en otros temas, pero cuando se trata de la igualdad de hombres y mujeres en la estructura institucional de la iglesia reacciona de modo muy primario. Los pocos nombramientos que ha hecho en la estructura de la iglesia son como pequeñas concesiones, son nombramientos aislados.
Q&P / Es cierto que le ha costado mucho menos revisar posturas muy duras y dogmáticas sobre la comunidad homosexual y las diversidades, temáticas sobre las que ha hecho sonoras declaraciones públicas y hasta incluyó la temática en encuentros sinodales…
LF / Comparto eso, yo creo que a él le cuesta salirse de su propia experiencia, las reacciones destempladas que tiene sobre la participación efectiva de las mujeres en la iglesia, uno puede ver al clásico muchacho de barrio criado en una familia contenedora y gracias a las tareas de cuidado de las mujeres que lo criaron. Es su matrix edípica la que aparece en escena, la de las mujeres hechas para la maternidad y para la crianza de los hijos, que es la experiencia con su madre y con su hermana, no puede pensar esa temática por fuera del espacio familiar. En varias declaraciones y documentos admite que va a tener que darles más espacio a las mujeres en el ámbito clerical pero comete un error donde se advierte un machismo encubierto: dice que conceder la paridad en la estructura jerárquica de la iglesia, con los rigores que ésta impone, le quitaría a las mujeres su esencia pacificadora y sensible. Esto no deja de ser otra versión del “dejénnos a los hombres el trabajo sucio que impone el ejercicio del poder institucional, presérvense de estas impurezas”.
Es cierto que no tiene problemas en reconocer la importancia de la militancia y la presencia de mujeres en el trabajo cotidiano de sostener y propagar la fe y las organizaciones territoriales de la iglesia…
Pero eso es básico y ningún mérito, porque es evidente que son las mujeres las que sostienen las prácticas que mantienen a la iglesia vital y encarnada, hay un ejercicio muy sencillo: cualquiera que vaya a misa que se pare en la puerta y cuente cuántas mujeres y hombres ingresan, pero no sólo en situación de creyentes sino las que mantienen la estructura con trabajo voluntario, tan “invisible” y gratuito como el otro trabajo que se suma a éste, en sus propios hogares y con mucho menos reconocimiento. Nosotras organizamos los eventos, repartimos los volantes, predicamos los salmos, pero no podemos disputar el poder.

Q&P / Hablando de esto recuerdo otro tema sobre el que conversábamos y conoces bien, el crecimiento del pentecostalismo y neo pentecostalismo en Brasil y las oportunidades de ascenso social y reconocimientos políticos y monetarios que ofrece a las pastoras, otra de las razones por las que doblega al catolicismo en el "país continente".
LF / Sí, de hecho lo último que estuve revisando estadísticamente muestra que por proyecciones demográficas hacia 2040 y atentos a los datos del Censo 2022 aquí en Brasil, este país va a tener mayoría de creyentes protestantes y dentro de ellos los neo pentecostales y pentecostales. El catolicismo pierde a su joya en Latinoamérica, un país de 220 millones de habitantes que es bastión histórico del catolicismo, el mayor de todos por encima de México. Esto es ya irremediable.
Q&P / Tengo que preguntarte, porque claro que Francisco no sólo es latinoamericano, sino un Papa muy bien informado e inteligente: porqué será que no notamos la urgencia de dar batalla allí, más allá de su famosísima participación en la Jornada Mundial de la Juventud 2013, donde exhortó a curas y sacerdotes a dar pelea en los territorios fuera de sus iglesias, a difundir su fe?
Yo creo que no le encuentra la vuelta, porque traccionar a la iglesia católica brasileña no es sólo cuestión de arengas, el tiene una inteligencia política enorme y ha hecho una transformación doctrinal y narrativa desde el arzobispo y el cardenal Bergoglio hasta el Papa Francisco. Su evolución doctrinal sorprendió a muchos argentinos y argentinas y entiende perfectamente el impacto que tienen las transformaciones del mundo pentecostal y neo pentecostal, un mundo (hablamos de Asamblea de Dios o del Iglesia Universal del Reino de Dios) que forja un ideal de mujer de la casa, del matrimonio y de la crianza de los hijos, con un vestuario que se impone por el recato y la modestia, pero por otro lado pueden ser pastoras, liderar grupos de culto y que son la envidia del mundo católico por su protagonismo en la estructura institucional de sus iglesias. Son muy visibles y consideradas como teólogas. Es otra de las razones por las que el catolicismo va a perder su hegemonía en la geopolítica de las religiones, con las consecuencias que eso va a tener para una religión que sigue confinando las mujeres a tareas de orden y cuidado, limpiando las iglesias y acomodando las flores en el altar.
Q&P / Con Francisco y todo estamos lejísimo de una papisa o de una o varias obispas en el Vaticano consagrando una monarquía que sería así menos patriarcal de lo que es ahora mismo.
LF / Muy lejos, yo pienso que la sangría del catolicismo en cuanto a su hegemonía social también tiene que ver con eso. Hay un grupo mayoritario que es excluido e infantilizado, al que se le da la Secretaría de Comunicación Social del Vaticano y a conformarse. Cuando hay una demanda grupal que no se resuelve por la vía institucional, ese grupo se va a otra parte. Hay sacerdotes que ya admiten abiertamente que la discusión teológica más vibrante hoy mismo está en manos de las teólogas del catolicismo, todo lo nuevo que el catolicismo tiene para decir en cuanto a las transformaciones sociales, de lecturas y reposicionamientos doctrinales se corresponde con el trabajo de las teólogas críticas. En el campo progresista uno puede mencionar a Leandro Böf, pero quién mas? Hay que estar muy imbuido en el tema y los debates teológicos para encontrar pensadores realmente llamativos. Hay que leer a las teólogas españolas más brillantes, entre las que está está Silvia Martínez Cano, merecedora del mismo reconocimiento que sus pares hombres. Hay varias argentinas también.
En cuanto a Francisco hay que decir que lee perfectamente los contextos, pero está rodeado de limitaciones ajenas y propias, los que lo rodean hacen foco en que está muy asediado por su progresismo y sus posiciones anticapitalistas, pero eso es como decir que primero resolvemos la crueldad del capitalismo y después atendemos ese asunto de las mujeres. Es el viejo cuento de la izquierda.
Q&P / Que en la versión católica sería “esperen que depuremos la iglesia mundial de la pederastía y transparentemos las finanzas del Vaticano como jugador del capitalismo global y luego viene lo de la papisa y la agenda feminista”.
LF / Después de que se consiga reformular en temas centrales una institución de más de 2.000 años, ahí va a ser el momento de ustedes, después de la revolución vamos a atender sus demandas pequeño-burguesas diría un revolucionario de izquierda…
Q&P / Porque las derechas también hacen revoluciones…
LF / Pero claro! Que el Papa está muy atacado y cuestionado por esos mismos revolucionarios de derecha, que la prioridad de su agenda ecuménica y fraterna -que se evidencia en sus encíclicas- es una obviedad para todos; pero esto de que pacificar al mundo, fomentar la tolerancia entre religiones, cobijar a los católicos perseguidos en algunos países, sean cosas más importantes que el problema de las mujeres en el iglesia, cosas para resolver después y no que esa resolución forme parte de la transformación que necesita la iglesia, eso es inaceptable.
Hay algunas voces que dicen “dejen de plantear el sacerdocio femenino”, dejen las tareas duras para los hombres, presérvense para sostener la humanidad y la iglesia pero desde abajo, que a eso se dedican desde hace 150 mil años. Sin embargo, yo todavía tengo la ilusión de que él siente posición, que se venga una encíclica, una carta teológica, que se venga algo así como siento posición y me voy, al final de su papado.

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